domingo, 26 de enero de 2014

Los días vuelan

Los días en el ashram van pasando y cada día me siento un poco más cómoda, más a gusto y menos extraña. 

Ya ha pasado casi un mes de horarios inhumanos, donde no hay tiempo ni para lavarse los dientes, y comidas y recetas completamente vegetarianas deliciosas. Estoy aprendiendo muchisimo y tengo ganas de más. Me siento como en los años del "Insitut del Teatre" donde las horas nunca eran suficientes y siempre habían esas ganas de más, de querer saberlo todo. Además pasamos 24h con la misma gente y en el mismo lugar y esto hace que haya un ambiente lleno de energía y complicidad. Somos 250 alumnos del TTC, una barbaridad pero tiene también su lado positivo. Hay representación de más de 20 países diferente y distintos continentes y eso enriquece a cualquiera. 

Me encanta la asignatura de filosofía y el profesor, de New York, un coco que además desprende una energía que hace sentir bien a cualquiera. En la clase de asanas tengo la suerte de tener como profe a Mani, un profesor muy conocido en India y que trabaja por todo el mundo y que es simplemente, UN CRACK. De esos que además de ser simpático és también buenísimo en lo que hace. Nos mete unos tutes para el cuerpo de infarto con sus clases avanzadas de BBC, "Breaking Bone Class" como el las ha bautizado, pero a mi me gusta. Dos meses con él, y sus clases, y eres Superman. Tiene una metodogía exquisita y me gusta porque entiende y hablar del yoga, desde una postura normal, práctica y sincera. Nos transmite valores éticos y espirituales, pero desde una prespectiva del día a día con una vida normal. Real. Y nos insiste en que el yoga no es solo realizar posturas imposibles, aborda mucho más.

Ya he dado mis dos primeras clases como profe y he disfrutado como una enana. Como no, mi mente ya ha empezado a maquinar, a hacer planes, ideas y posibles aventuras para un futuro próximo. 

Entre todo esto, una serpiente mordió a un alumno en medio del ashram ( al lado de mi habitación para mas inrri), vino Sara (la polaca de Hampi) a verme al ashram y se quedó unos días, ha llovido a cantaros, hemos presenciado Pujas (rituales religiosos) llenos de color y fuego, y hemos tenido clase de kriyas (ejercicios de limpieza fisíca). Tengo que decir que me he atrevido a probarlo todo, hasta lo de meterme la "cuerdecita" por la nariz y la boca. Hace impresión, para que mentir pero al hacerlo te das cuenta que no es para tanto, es más lo que parece que lo que és. Todos estos ejercicos te limpian un montón, tanto que 45 min después de acabar me salió una llorera de esas que te hacen sacar toda la mierda. 

En el Kirtan (los cantos) he decido que es mejor unirse al enemigo que batallar contra él, así que decidí hacerme con una pandereta y cantar. Tengo una canción preferida, la dedicada a Ganesha, el elefante. Es la primera que se canta cada día, mañana y noche, y anima a cualquiera. Así que si me vierais ahora pensaríais que soy toda una aficionada, pero la realidad es que eliminaría la mitad de los cantos, pero lo doy todo. 

La gente es encantadora, me lo paso de maravilla y con el paso de los días ya se han creado afinidades y grupitos, romances y cotilleos. Como no, nos hemos juntado el grupito de las brujillas y me río mucho. Entre ellas está Tess, mi preferida. La conocí la primera semana cenando cuando me entró arrebato de parloteo. Me miró y ya nos reímos y saltandome la norma le empezé a hablar cuchicheando para no ser oidas. No podía estar más tiempo callada! Entre las clases y los cantos se me acumulan demasiadas palabras que esperan una chispa para explotar y salir. Con Tess conectamos al momento a base de intentar silenciar carcajadas imposibles. Aquí para colmo mio no nos dejan hablar ni comiendo ni cenando , y claro al final una tiene un limite y o habla o revienta. Así que antes de rebentar, hablo. El único momento que podemos sociabilizar y me hacen callar. No lo logro ni un solo día, siempre se sienta a mi lado alguien que me da cuerda rápidamente. O quizás me la doy yo sola, no lo se.
Con Tess solo hace falta una mirada picara y ya está todo dicho. Siempre nos buscamos, aunque estemos de punta a punta de la clase. Está obsesionada en cebarme a comer en cuanto salgamos del ashram. És australiana y divertida hasta decir basta.

Por otro lado, por fin he encontrado a alguien igual de desastre que yo, o más bien a alguien que le ocurren tantas cosas como a mi en un solo día. Nos hemos juntado el hambre con las ganas de comer y hasta la gente nos pregunta si somos hermanas. No, somos Pili y Mili, pero no hermanas. Me refiero a Alice, la italiana. Ya nos ha pasado de todo, aunque creo que a ella más. En solo la primera semana ya se le rompió la bolsa y tuvo que hacer un apaño con el hilo de macramé de las pulseras y un clip de pelo a modo de aguja ( igual que yo una semana mas tarde), se le partió la tapa del libro por la mitad al segundo día y se le explotó un boli en medio de clase en toda la ropa blanca, libro, cara y bolsa. Toda azul. Yo, pierdo mis chanclas mil veces al día y soy capaz de andar descalza toda la jornada ante mi incapacidad por encontrarlas y recordar donde las dejé por última vez. Mi memoria de mosquito y la falta de tiempo para buscarlas no son de gran ayuda. Ella, se olvida constantemente de apuntarse en la lista de asistencia al inicio de las clases y yo, tengo la suerte que cuando me olvido el chico encargado, Kan, viene en mi busca y me dice: " Ya sabía que andabas por aquí, que te has olvidado Elia". Ya ha "clichado" mi despiste y me salva de la falta. Por las mañanas siempre corremos y no hay día que una no tenga que despertar a la otra. Así que así andamos, lidiando con nuestras memorias y cabezas locas...

Los viernes es nuestro día libre y escapamos siempre en busca de aire y vistas nuevas. A la playa normalmente, o Kovalam o Varkala. Este viernes Mili me vino a ver y nos reencontramos antes de que partiera a Africa en tres días. Me hizo una ilusión enorme que viniera hasta allí a pasar el día juntas y ponernos al día de cada detalle y aventura.

Los sábados es la noche de "Talent Show" y bueno con el titulo os podeis imaginar... Hay de todo. Pero es bonito ver que todos participan. Ayer participé yo, bailé junto con Babu que tocaba el sitar y Sham que tocaba la flauta de bambú. Hicimos una improvisación los tres juntos y nos lo pasamos de maravilla. No estaba muy segura de hacerlo, pero tras mil preguntas sobre que era la danza contemporania, pensé que era bonito compartirlo con la gente y mostrar otro estilo de danza nuevo para ellos. Les encantó, y yo disfruté muchisimo de bailar de nuevo, que ganas tenía. Además me fue bien para coger fuerzas para la última semana. 

En siete días, si todo va bien y apruebo el examen, estaré a estas mismas horas disfrutando de la brisa del mar y el diploma en la mano. Un grupito hemos decidido pasar unos días juntos en la playa al acabar el curso.

De mientras aprovecho las úlimas clases y me empapo, porque se que luego lo voy a echar de menos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario