domingo, 27 de diciembre de 2015

16 Diciembre 2015

Partimos en dirección al delta del Sine Saloum.
Visita de la isla de Faddiouth echa toda de conchas.
Calmo, todo blanco, tumbas católicas y musulmanes en el medio de los babobab, cerdos que vagan en las calles y redes que los pescadores reparan a la sombra.


Para llegar a la isla, atravesamos el puente de madera evitando a los guías para turistas (Adams en Mbour nos a explicado como hacer). También conocimos a Sidonie, una mujer de 60 años que nos pagó ayer el taxi y que ha vivido 32 años en Francia, es católica y vive en Faddiouth. Explicamos a los guías que la vamos a visitar.

El sol pega fuerte. Buscamos la sombra de los Baobab y no entiendo la diferencia entre un Baobab sacro y uno sencillo.
Despedimos a Yacine al Relais 114 y tomamos un taxi colectivo para el sur.
El primer plano es de ir hasta Ndangane. Pero leemos en la guía que los precios ahí no nos van a convenir.
Entonces Palmarin, que parece menos turística.

Pero en el colectivo sube Babacar, guía de piraguas que nos habla de Djiffer aun mas a sur. Un lugar menos turistico y mas genuino. Las piraguas salen desde ahí.
Y otra vez, cambian los planes, empiezo a entender que eso es Africa.
No encontramos el campamento a 3000cfa, "cambian los planes" y llegamos en un campo paradisiaco entre el océano y el mar ... !




El camino entre Joal y Djiffer nos corta la respiración, me salen recuerdos de los Backwaters indianos del año pasado. Las pistas están rojas, llenas de polvo y siento que cada vez vamos más profundo hacia el corazón de África.
Babacar nos acompaña, vamos a comer pescado y arroz con cacahuetes en un restaurante muy muy local. No hay electricidad, llega por algunas horas a las 19, la calle es animada y acabamos la noche bebiendo agua y hablando con Alejandro, el primer viajero de nuestra edad que encontramos. Un hombre libre y sin miedos.
Aquí estamos, ha empezado la aventura.

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